Recientemente saltaba a la noticia la detención de un ciberdelincuente que utilizaba las wifis de sus vecinos para algo más que ahorrarse la tarifa de conexion a Internet. Este “ciberdelincuente” y PEDÓFILO, puesto que se le incautaron archivos relativos a la pornografía infantil que compartía a través de las redes P2P, se dedicaba a troyanizar los ordenadores de sus víctimas para manejar sus ordenadores, robarles su información privada y sobre todo para espiarles a través de sus webcam que controlaba en remoto. El personaje controlaba a distancia los ordenadores de sus vecinos, a los que accedía al tener el control total del router wifi que había vulnerado. En esta ocasión, el ciberdelincuente, no se conformaba con acceder a los datos privados de sus víctimas, además, al tener el control absoluto de los ordenadores, activaba las cámaras webs para observar y grabar todo lo que pasaba delante de ella. ¿cuantos tenéis vuestros ordenadores en el dormitorio? ¿cuantos en vuestro salón justo enfrete del sofá donde descansais y os “relajáis” con vuestras parejas? No es la primera vez que hablamos de la necesidad de proteger nuestras wifis para evitar estos problemas (ver artículos relacionados), por ello estoy seguro de que ninguno de vosotros podréis convertiros en víctimas de “cibercriminales” como el de la noticia. Pero espero que esta nueva entrada sirva de recordatorio y de aviso para los más incautos y despreocupados ante este tipo de amenazas. Como habéis podido comprobar no solo corremos el riesgo de que nuestra conexión a Internet se ralentice porque estamos compartiendo, “amablemente” nuestra conexión con nuestro “amable vecino”. Corremos el riesgo de que un día “D”, a una hora “H”, nos llamen a la puerta unos amables agentes, acompañados de un representante Judicial. ¿Los motivos de su visita? Pues podrían ser muchos, pero a “bote pronto” se me ocurre que desde nuestra conexión se hayan intercambiado archivos pedófilos, o tal vez que hayan utilizado nuestra conexión para realizar un ataque contra un organismo oficial, o simplemente que hayan accedido, también desde nuestra casa, a el servidor de un banco y hayan realizado alguna millonaria transferencia bancaria, eso sí, utilizando nuestro nombre.
¿Os dáis cuenta? no proteger nuestra wifi sería como dejar abierta la puerta de nuestra casa. Esta puerta sería la vía por la que nuestro “vecino ciberdelincuente” pudiera realizar sus “ciberactividades delicitivas” a sus anchas, a prori seríamos nosotros los responsables de sus actos, por lo que el vecino aprovecharía su “anonimato” para campar a sus anchas por la Red.
Si no queréis veros en esta tesitura os recomiendo leer el CIBERCONSEJO: Protejamos a Wifi , no solo protegeremos nuestra privacidad, sino que además evitaremos llevarnos más de un disgusto innecesario.
Además os recomiendo ver el Capítulo 2 de Mundo Hacker en Discovery donde se aborda, de forma detallada, el tema sobre la seguridad en redes WiFi. Si, es ahora cuando lo decimos UNA VEZ MÁS… “En Internet nosotros somos nuestra mayor vulnerabilidad, pero también somos nuestro mejor antivirus”¡No bajéis la guardia!
Fuente:http://elblogdeangelucho.com/
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