Manuel Rodríguez G.
Como ya expresaba en
EXTREMADURA, "UNA GRANDE Y LIBRE" I
continúo mostrando las muchas cacicadas que han venido escondiendo y siguen ocultando y ninguneando los “conductores” de esta adormilada y domada sociedad, en este caso extremeña. Escrito realizado y registrado el pasado 3 de agosto a Servicios Sociales. No hace falta decir que como viene siendo sistemático se sigue con el viciado quiste de ni siquiera contestar al afectado y administrado.
¡Hablamos de un caso muy grave de ACOSO ESCOLAR E INSTITUCIONAL, consentido y escondido!
A LOS SERVICIOS SOCIALES DEL AYUNTAMIENTO DE VILLAFRANCA DE LOS BARROS
El pasado día 17 de julio de 2012 he recibido una carta certificada con acuse de recibo, firmada por una de las trabajadoras sociales de dicho Servicio Social de Base, donde se me informaba que el 9 de julio de este año me visitaría, a fin de realizar un informe social, solicitado por parte de la actual Dirección de Política Social y Familia.
Dada la imposibilidad de ese encuentro, ya que ese mismo día 9 de julio, la propia trabajadora social se comunica conmigo por teléfono, al no haber recibido esa carta y encontrarme fuera de la localidad, quiero volver a aclararles y recordarles temas pendientes, como ya les expresé en el último escrito efectuado a ustedes, registrado el día 7 de junio de 2011, no contestado como viene siendo habitual, y dado que mi experiencia en atender a personas con déficit atencional (genéticamente o voluntaria y caprichosamente) es desgraciadamente, a fecha de hoy bastante amplia – sobre todo para los inatentos voluntarios - les vuelvo a recordar pacientemente mis solicitudes, una vez más, no contestadas ni aclaradas en el escrito referenciado y anteriores:
“Mientras sopeso la fecha idónea para que acudan a mi domicilio, les solicito como paso previo e imprescindible a dicho encuentro, el que ustedes me informen y expliquen convenientemente, siempre por escrito y taxativamente, una serie de cuestiones que he venido planteando a diversos personajes de tan kafkiana y vergonzosa situación:
Solicito que, como ya pedí a determinados cargos del ayuntamiento, se me informe cómo es posible que en mayo de 2006 se banalizase una urgente entrada en la guardería pública ALBANTA, de esta localidad, y que en modo alguno hubiese una adecuada disposición, ni una respuesta ecológica y de compromiso para que mi hijo pequeño entrase de modo urgente en dicha guardería, dadas las características que se verificaban en esa época en mi entorno familiar y que estaban avaladas por diversos informes médicos que así lo aconsejaban. Negligente disposición de la que fui informado personalmente por un miembro de la Comisión de Valoración para la entrada en los Servicios de Guarderías Públicas en Badajoz; y en la que se me expresó que el mayor obstáculo encontrado para una inmediata entrada era la no urgencia que se exponía en el informe elaborado por la asistenta social del ayuntamiento.
Solicito explicaciones sobre la ilegalidad de la entrada en mi domicilio, a costa del falseamiento de procedimientos, ya solicitado en diciembre de 2006, en reunión con Ana Díaz Cadenas, la entonces Concejala de Bienestar Social, para que me explicase cómo era posible que acudiesen a mi domicilio dos personas enviadas por Servicios Sociales del ayuntamiento, falseando la visita como si se tratase de una gestión del padrón municipal, en lugar de una visita de Servicios Sociales. Esta cuestión fue planteada además a su hermana y posteriormente nueva Concejala del mismo departamento, Fernanda Cadenas, el 27 de julio de 2007, ya con la apertura de expediente abierto por la falsa denuncia de determinad@s fascistas disfrazad@s de progresismo, así como al alcalde de la localidad, Ramón Ropero, a finales de septiembre de 2007. Cuestión planteada en reuniones individuales con cada un@ de ell@s, incluida la reiteración durante una docena de veces a la secretaria y hermana del alcalde, Filomena Ropero Mancera, para que se me explicase esa y otras muchas irregularidades como me prometió el alcalde de nuestra localidad, pero de la que ni él ni ninguna de las responsables aludidos me haya informado al respecto, como solicité en su día.
Solicito también que se me informe, insisto siempre por escrito, de las múltiples cuestiones y graves irregularidades, denunciadas en escrito registrado el día 21 de octubre de 2008, realizado a la asistenta social de base, Dolores Mayo, y que como viene siendo habitual, en modo alguno se me ha informado. Hechos que se han vuelto a repetir en diciembre pasado, tras negarse la asistenta social del ambulatorio de nuestra localidad, Soledad Hueso Bueno, a auxiliar, escuchar y atender las quejas y desgastantes vivencias de mi hija en su entorno escolar, tras ser llamada por el pediatra de mi hija, y que sin duda alguna ha sido uno de los personajes que con más empeño ha obstruido y polucionado esta alarmante situación de desprotección y marginación, como ya lo hiciese anteriormente, muy lejos de sus teóricas funciones de apoyo y auxilio, en este caso hacia una menor y, por ende, hacia mi familia.
Por todo ello, espero que mis cuestiones sean contestadas una por una y que estas respuestas finalmente no me obliguen a denunciar penalmente, entre otras, por mi parte, dadas las lamentables y muy graves distorsiones y poluciones de hechos e informes, que se han venido y vienen sucediendo en el caso que nos ocupa.
Una vez sean contestadas por escrito, y por supuesto no negándome a esa reunión que ustedes me solicitan, les propondré una fecha en mi domicilio para que hablemos de todo y cada uno de los aspectos nucleares del asunto real; incluida la escucha activa por parte de mi hija en su contexto socio-escolar para que intenten tomar nota objetiva de este vergonzoso asunto”.
Así pues, como decía anteriormente, sigo esperando pacientemente esas aclaraciones a mis demandas. Cuando se me den convenientemente no dudaré en darles una fecha para esa cita solicitada por ustedes. Mientras tanto, les aconsejo y solicito que no vuelvan a incidir en el tema pues consideraré que siguen avivando y agudizando un verdadero caso de derribo y acoso institucional hacia mi persona y por extensión hacia mi familia.
Como viene siendo ya habitual, sopeso y me reservo el derecho de divulgar y hacer públicos estos escritos, a fin de que se conozca la realidad de este gravísimo asunto y les recuerdo, una vez más, que la complacencia y/o tolerancia de estos graves hechos que vengo denunciando hace cómplices a quienes siendo conocedores de estas situaciones, por activa o por pasiva no hacen su cometido y permiten estas lamentables “cazas de brujas”.